El Comité General de Empresa de ADIF ha decidido convocar huelga desde las 01:00 horas del 31 de julio hasta las 23:00 horas del 1 de agosto, es decir, 46 horas de huelga seguidas. El comité, formado por los sindicatos CCOO, UGT, CGT, SF (Sindicato Ferroviario) y SCF (Sindicato de Circulación Ferroviaria), lo ha decidido por unanimidad por los siguientes motivos: la implantación unilateral por parte de la empresa de convocatorias de movilidad, incumpliendo los acuerdos con el comité de empresa; el abandono de la dirección de la empresa de la negociación de la mesa de empleabilidad, incumpliendo así el convenio colectivo; la implantación también unilateral por parte de la empresa del plan de reestructuración en el área de mantenimiento e infraestructura, con graves consecuencias para la plantilla; la externalización injustificada de actividades que debilitan la empresa y dejan sin actividad al personal de la misma para traspasarlo a empresas privadas; y la inexistencia de un plan de recursos humanos que incluya nuevos ingresos en una compañía con un déficit de más de 5.000 trabajadores/as.
Recientemente, el Sector Ferroviario de FSC-CCOO se ha dirigido por carta a Ana Pastor, ministra de Fomento, y a Julio Gómez-Pomar y Gonzalo Ferre, presidentes de Renfe y Adif respectivamente, para alertarles “de las deficiencias que se producen y que se incrementarán por la falta de plantilla”. Por este motivo, proponen la contratación de 5.560 personas para Adif y de 1.139 personas para Renfe, detallando asimismo la distribución por servicios de las empresas.
Esta petición está encuadrada en la política de CCOO de defender una empresa pública fuerte, que garantice los niveles de calidad y seguridad que se necesitan y que, según el sindicato, se están perdiendo. Además denuncian que el volumen de plantilla “está rozando niveles insoportables, por lo que se resiente el servicio y la propia seguridad de los trenes”.
El secretario general del Sector Ferroviario de FSC-CCOO, Manuel Nicolás Taguas, ha declarado que “el sindicato está dispuesto a sentarse con las empresas o con el ministerio para tratar de esta propuesta, pues ya es preocupante el nivel de desarraigo de lo público y de incidencia de lo privado con bajos costes y menor garantía de calidad y seguridad. También estamos dispuestos a movilizar a los trabajadores y trabajadoras de estas empresas para asegurar el futuro del ferrocarril público”.