Los briocenses hicieron honor a su papel de favoritos para revalidar el título conseguido en la edición anterior, derrotando en los penaltis a Los Quattro Caños, después de una trepidante Gran Final. El “José Luis Viejo” de Yunquera volvió a colgar el cartel de no hay billetes, disfrutando de cerca de cuatro horas de autentica festividad y emoción.
Emparejamientos atractivos los que deparó el sorteo, encuadrando en la Primera Semifinal a los dos equipos foráneos de esta edición. Después de unos primeros minutos de tanteo con el 1-1, los briocenses no tuvieron piedad de su rival, ganándose con autoridad el billete para la final gracias a una amplia victoria por 9-1.
En la Segunda Semifinal pudimos disfrutar del que posiblemente era uno de los partidos más atractivos y esperados por el público; un derby entre Quattro Caños y el organizador, Los Barrileros. El conjunto amarillo aprovechó la pájara inicial de sus paisanos para tomar una ventaja en el marcador que terminaría siendo insalvable. El 1-3 de Churry intentaría neutralizar el gol inicial de Tejela y el posterior doblete de Alfonso Cabanillas, y aunque las ocasiones se sucedían en ambas porterías, sería el capitán amarillo Jesús Taracena el encargado de volver a ampliar distancias para los suyos. Ya en las postrimerías Mario maquillaría la contienda con el definitivo 2-4.
Final de consolación para abrir boca a lo que se venía, entre Barrileros y Malaguilla. Aún lejos de su nivel y con los nervios y responsabilidad que exige el organizar un evento de este calado, Los Barrileros recuperaron la pólvora fallida en el encuentro anterior para deshacerse de un Malaguilla que pecó de inexperiencia en un deporte tan parecido y tan distinto como es el Fútbol Sala respecto al Fútbol7. Mario Ferrera, Sergio Méndez y Churry pondrían con ventaja de 0-3 a los organizadores, y ya en los minutos finales un tanto de Carlos Vaamonde por los morados y otro de Rubén por los blanquinegros, firmarían el 1-4 definitivo delimitando así los ocupantes de la Tercera y Cuarta posición en el Trofeo.
Después de tres entrantes y alrededor de las 19:45h, iba a dar comienzo la Gran Final. Brihuega con la misión de revalidar título y Quattro Caños con la intención de seguir creciendo a la vez que se ven capaces de competir y derrotar a equipos de categoría superior. Un choque de altos vuelos, cuya intensidad no iba a tener nada que envidiar a lo que requiere un partido de competición oficial. Dominio briocense en los primeros compases, que se iba a reflejar en el marcador con el 1-0 obra de Jorge Valdehita.
A partir de aquí Los Quattro Caños iban a dejar de lado sus complejos e iban a empezar a tratar de “tú”, al actual segundo clasificado en División de Honor. Un pletórico Iván Granado (coronado MVP del Trofeo) iba a voltear el luminoso en un abrir y cerrar de ojos con dos goles de cosecha propia, potencia pura. El partido se convirtió en un corre calles en el que cualquiera podía sacar partido. El Deportivo Brihuega volvería a igualar la contienda gracias a la culminación de una gran jugada colectiva, de manos de su capitán Ángel Tirado. Casi al instante, de nuevo Iván Granado iba a poner por delante a los suyos y a firmar su hat-trick particular con otro buen gol.
Ya en los minutos finales y con ambos equipos en el “bonus” de su casillero de faltas, los briocenses se la jugaron con portero jugador, y cuando ya se pensaba que el trofeo se quedaría en Yunquera, un inocente penalti a falta de tan solo un segundo para la que sonará la bocina, devolvería la ilusión a los de “El Jardín De La Alcarria”. Gol de Mario Bonacho y la final se iba a decidir desde los lanzamientos de penaltis, más emoción imposible. Aquí, entre los tres palos se erigió un nuevo héroe; el portero de los brihuegos, el cual detuvo los dos lanzamientos a los que tuvo que hacer frente. Sus compañeros no desperdiciaron la ocasión al lanzamiento, y así el Trofeo voló a Brihuega por segundo año consecutivo. El año que viene más, y mejor.