La Vanguardia
Varios centenares de cadáveres se amontonan, apilados a temperatura ambiente, en los sótanos de la Universidad Complutense. El grotesco escenario, denunciado por el diario 'El Mundo', es más propio de una película sobre los campos de concentración nazis que de la Facultad de Medicina madrileña en donde estudian diversas técnicas con los cuerpos donados a la ciencia.
El depósito de cadáveres del departamento de Anatomía y Embriología Humana II ha quedado pequeño. Tanto que hace ya siete años que sus límites han sido sobrepasados.
No son restos de ninguna masacre, sino vestigios humanos de personas fallecidas, que donaron sus cuerpos a la ciencia de forma altruista... Y terminaron desperdigados en un sótano cuya capacidad hace mucho que quedó rebasada, mezclados con otros restos, anónimos y sin identificación alguna, en una macabra atmósfera imposible de describir.
La explicación para semejante barbaridad es más simple de lo que pudiera parecer, pero no por ello fácil de creer. Según ha relatado al citado rotativo madrileño Ramón Mérida, director del departamento, "no somos ricos y no hay peligro sanitario", aunque reconoce que algunos cuerpos llevan allí "hasta cinco años" porque no se ha cubierto una plaza vacante: "El funcionario que opera el horno se prejubiló en diciembre, y no ha habido manera de convocar la plaza porque los sindicatos denuncian que el horno no está en buenas condiciones". Los representantes de los trabajadores dicen que el horno, instalado en 1991, emite gases nocivos.
A pesar de que no existe ningún protocolo legal para el cuidado de estos cuerpos una vez son entregados por el donante, más allá de algunas recomendaciones genéricas de la Sociedad Española de Anatomía, los responsables sindicales ya han denunciado una situación que puede suponer riesgo sanitario para los trabajadores.
La Complutense retirará los cuerpos esta semana
La Universidad Complutense ha abierto un expediente informativo para aclarar el hacinamiento de cadáveres en un departamento de Medicina, aunque ha asegurado que el problema de personal que provocó la acumulación de restos se ha resuelto ya y que esta misma semana se comenzará a retirar los cuerpos.
La Universidad ha respondido a esta información a través de un comunicado en el que ha admitido que en ese departamento ha habido un "problema de dotación de personal en los últimos meses debido a la etapa de recortes que establecían una tasa de reposición cero en la plantilla", problema que "ya ha quedado resuelto".
"En los últimos días el citado departamento había alcanzado un acuerdo con una empresa funeraria para la retirada de los restos humanos que se habían acumulado, proceso que se llevará a cabo esta misma semana", añade el comunicado.
La Complutense critica que se hable de "un falso museo de los horrores", asegura que las fotografías publicadas se obtuvieron "de forma subrepticia en una cámara de acceso restringido", y que en ellas se ve la fase final de tratamiento de los cuerpos, cuando los restos cadavéricos formolizados y momificados se someten a un proceso de secamiento para poder ser incinerados.
"Por tanto, esas imágenes dan una visión distorsionada de la realidad", afirma la Universidad, que asegura que el proceso de donación de cadáveres está "perfectamente regulado".
Otras universidades madrileñas, como la Autónoma, San Pablo CEU o Rey Juan Carlos, han asegurado que la práctica habitual para deshacerse de los cuerpos que ya no se pueden utilizar para investigación es contratar los servicios de una empresa funeraria, y todas ellas han insistido en que cumplen con los protocolos establecidos para esta materia.
La Consejería de Sanidad y el Ayuntamiento de Madrid han dicho no poder inspeccionar o controlar la situación de los cadáveres en la facultad, ya que las Universidades tienen autonomía y escapan a las competencias de las administraciones y, por tanto, no se les aplica el Decreto 124/1997, de 9 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de Sanidad Mortuoria.
Desde los sindicatos, CCOO de Madrid ha achacado a los "recortes" en la Universidad la mala conservación de los cuerpos y ha recordado que esta situación parte de la jubilación de un trabajador cuya plaza no se ha cubierto.
A su vez, la sección sindical de UGT-UCM ha explicado en un comunicado que desde el pasado 20 de febrero sus delegados de prevención intentan recabar información sobre las condiciones y funcionamiento del crematorio, tanto desde el punto de vista técnico como del de la seguridad y salud para los trabajadores, y ha denunciado que en la visita que realizaron a las instalaciones les ocultaran los lugares en los que se conservan los cadáveres.
Más allá de la concienciación de la sociedad, la crisis parece estar detrás del aumento de la donación de cuerpos a la ciencia. El ahorro que supone para las familias esta práctica, que suprime todo el proceso de entierro del familiar fallecido, ha generado un repunte en las donaciones que en Madrid supera el medio centenar al año. A pesar de los problemas de infraestructura, la Complutense no ha frenado su recepción de cuerpos y ni siquiera los ha derivado a otras facultades de Medicina del país.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Donantes de Cuerpo a la Ciencia, Manuel Rubio, se ha mostrado convencido de que este caso es "puntual", y ha pedido que se siga donando el cuerpo a las facultades porque es una práctica respetuosa y muy necesaria.