Sus autores, Helen H. Reed y Trevor J. Dadson, dos
hispanistas, ella estadounidense y él británico,
que han colaborado para escribir el libro, hablaron sobre la vida Ana de
Mendoza y de la Cerda, genio y figura, en el lugar donde murió recluida.
En la tarde del
sábado fue presentado en Pastrana el libro 'La princesa de Eboli, cautiva del
rey. Vida de Ana de Mendoza y de la Cerda (1540-1592)', que apenas unos días
después de su publicación, ya es reconocido por muchas voces autorizadas, como
la del historiador Ricardo García Cárcel, como la mejor biografía escrita hasta
la fecha sobre la princesa de Eboli.
El libro lo publican,
de forma conjunta, la Editorial Marcial Pons y el Centro de Estudios Europa
Hispánica, dentro de la colección Los Hombres del Rey, de la que “ya es una de
sus joyas”, afirmó ayer Carlos Pascual, presidente de Marcial Pons.
Correspondió al
alcalde de Pastrana, Ignacio Ranera, introducir al público, que acudió en buen
número al salón de actos –antiguas caballerizas- de Palacio Ducal, a los
autores. “Me consta que están ilusionados con que la primera presentación de la
biografía de la princesa de Eboli se haga precisamente aquí, en Pastrana, y en
este lugar en el que murió, recluida”, dijo. El regidor dio además las gracias “a
vosotros, Helen y Trevor, pero también a todos los historiadores que se
interesan por la villa ducal y ayudan a descubrir nuestra propia historia”.
Sobre el libro, Ranera anunció que “retrata a la princesa de Éboli como persona,
lejos del mito”, y aseguró que su publicación y divulgación “va a significar un
antes y un después en la visión de este personaje histórico, que los
pastraneros vemos, junto a su esposo, Ruy Gómez de Silva, como mecenas y promotores de la villa ducal
de Pastrana y figuras que aún hoy nos llenan de riqueza cultural y
posibilidades económicas”. Por último,
Ranera agradeció al editor su apuesta por la publicación del libro, “cuya
compra promocionaremos en nuestro ámbito”.
Como editor, Carlos
Pascual destacó que “la gran sensibilidad
cultural y unión a sus raíces de los pastraneros, que percibo apoyadas desde la
institución del Ayuntamiento”. Además, matizó que, antes de escribir el libro,
sus autores se sumergieron a conciencia en la correspondencia de Ana de Mendoza
y de la Cerda. “Nos hallamos por tanto ante aseveraciones históricas
incuestionables”, dijo sobre el texto.
Si hay una mujer del
siglo XVI español a la que todo el mundo cree conocer y que desata pasiones,
leyendas y mitos, esa es Ana de Mendoza y de la Cerca, princesa de Eboli. En
esta nueva biografía, Helen H. Reed y Trevor J. Dadson presentan el retrato de
Ana de Mendoza (1540-1592) más real y objetivo publicado hasta la fecha, de una
mujer noble arraigada en su época, preocupada por sus hijos, por su marido, por
su hacienda, por su honra, por su lugar en el mundo, por las injusticias que
tuvo que sufrir, y por su alma. Para configurar este retrato revisionista de la
princesa, los autores han recurrido a mucha documentación no utilizada antes,
descubriendo nuevos datos sobre su niñez, educación, vida cotidiana,
religiosidad y relaciones más íntimas, y ofreciendo nuevas perspectivas sobre
su papel como cortesana, monja, administradora de sus estados, pleitista y,
finalmente, prisionera en su propio palacio en Pastrana.
Los dos hispanistas,
una estadounidense y el otro británico, firman un libro de historia que han
escrito a dúo, ayudados por las nuevas tecnologías. Helen H. Reed es
catedrática emérita de la State
University de Nueva York en Oneonta, donde enseñaba, entre otras
materias, literatura del Siglo de Oro y
Cultura e Historia de España. En un
perfecto castellano gramatical, Reed dio las gracias, en primer
lugar, a los editores “por haber producido un libro impecable”, y también al
Ayuntamiento “por las facilidades que nos ha dado para estudiar el Archivo,
principalmente las actas del Consejo del siglo XVI, que han aportado datos
fundamentales para nuestro libro”. La
docente norteamericana confirmó que el libro se basa en muchos documentos
inéditos. “Somos entusiastas de los archivos”, aseguró. En el siglo XVI los contables de nobles
redactaban sus cuentas con gran detalle. De ellas han extraído mucha
información, que luego han detallado en un libro que es “muy fácil de leer,
según nos confirman los lectores, aspecto este fundamental en los textos
históricos”, afirmó Dadson.
De ese estudio
archivístico salen detalles como que “a la princesa le gustaban los chapines con
cintas colgantes, que estaban de moda en su época, o que tocaba el clavicordio,
porque se compró uno”, contó Reed.
La catedrática
expuso un ejemplo sobre cómo el análisis de toda esa documentación “nos ha
permitido acercarnos a ella como persona, a una noble española del siglo XVI
con una vida completamente distinta a la nuestra”, contando un ejemplo que
captó por entero la atención del público. El primogénito del matrimonio entre
Ana y Ruy había nacido en Simancas (Valladolid). El duque pasó cinco largos
años entre Inglaterra, Flandes y Francia, asistiendo al rey Felilpe II en
asuntos de estado, como su primer matrimonio con María Tudor, en la negociación de la paz con Francia y en
sus segundas nupcias con Isabel de Valois. “En una fugaz visita de Ruy Gómez en
aquel periodo, la princesa quedó embarazada de su primer hijo. Años después se anunció el regreso de Ruy a
España. Ella se preparó con ansiedad y alegría para la venida de su marido. Le
compró siete camisas nuevas, una nueva cama, y le dio doscientos reales al
correo que le anunció su llegada a Burgos y seiscientos al que hizo lo propio
cuando llegó a Fuenterrabía. Empezaron
entonces a vivir como un matrimonio y compraron dos casas, muebles y otros
enseres. Todo era felicidad”, recordaba la profesora.
En diciembre, su
primogénito cayó de los brazos de una asistenta. “Al igual que las compras de
la alegría, quedaron también registradas las de las medicinas para el niño, y
en febrero de 1560, la compra del luto. Y es de esas cuentas y de la carta de un noble, don Alonso de la Cueva a Ruy Gómez, desde Túnez,
un año después del suceso de las que inferimos la alegría del reencuentro con su
marido a la pérdida de su primogénito. Por eso les digo que hay momentos de su
vida en los que la entendemos bien y, particularmente, tengo la impresión de
conocerla mucho mejor que antes”, terminó Reed.
Trevor J. Dadson es
catedrático de Estudios Hispánicos de la Queen Mary University de Londres y
autor de numerosos libros y artículos sobre literatura, crítica textual e
historia sociocultural del Siglo de Oro, y según Esther Alegre, profesora
pastranera que también acudió a la presentación, probablemente “el más notable
hispanista inglés de la actualidad”. Dadson recordó que Reed y él se conocieron
en Pastrana, en unos cursos que organizó Manuel Criado del Val en el Monasterio
de San Pedro. “Desde entonces empezamos a compartir trabajos y ya no perdimos
el contacto. Hace ya unos años, le sugerí la idea de trabajar juntos, compartir
nuestros descubrimientos archivísticos y publicar un epistolario, libro que
publicamos en 2013. Y al contrario de lo que
pensábamos en un principio: esa sería la culminación de nuestro trabajo,
nos dimos cuenta que en realidad estábamos ante el esqueleto de una biografía”,
contó el británico.
Dadson, excelente y
ocurrente orador, e igualmente en un perfecto castellano, resumió el proceso de
escritura de la biografía entre el Reino Unido y los Estados Unidos, pero con
los fondos documentales en España. “Como se pueden imaginar, la logística fue difícil, se pudo hacer
gracias a la tecnología”.
El británico matizó
que, pese a todo, no se trata de una biografía con dos voces. “Helen tenía
mucho escrito sobre la princesa en inglés, yo añadí mis aportaciones y mi
traducción, en un ir y venir continuo de emails entre Nueva York y Birmingham. Fue
un proceso no exento de debate histórico del que hemos disfrutado ambos. Creo
que, pese a no ser un trabajo definitivo, porque ningún trabajo histórico lo
es, ahora estamos mucho más cerca de la persona que del mito. No hemos inventado
nada, no hay leyendas, pero es que en el caso de la princesa, no hace falta”, zanjó.